Desarrollar y Erradicar Hábitos, Parte 2

Print Friendly, PDF & Email

Es difícil saber en lo que se nos va el día en gran parte debido a la automaticidad (p.8), lo que hacemos inconscientemente o de manera habitual es difícil de recordar. En parte por eso en ocasiones pensamos que se nos pasa el tiempo “muy rápido”. Cuando por el contrario estamos realizando actividades o tareas nuevas o poco habituales el tiempo parece pasar muy lento.

Hábitos vs. Intenciones. Nuestras acciones con el tiempo se convierten en cadenas de comportamientos que realizamos automáticamente. (p.15) Nuestros hábitos mentales se pueden edificar de esta misma manera. Cuando nuestras intenciones se convierten en formas de pensar habituales.

Ejemplo. En un experimento los participantes se sentaron frente una computadora por casi una hora apretando uno de cuatro botones frente a ellos dependiendo de donde aparecía una cruz en una pantalla. Esto era repetitivo y muy aburrido, pero lo que no sabían los participantes es que había una secuencia en el orden donde aparecía la cruz en la pantalla.
Aunque no estaban conscientes de ese orden en la secuencia con el tiempo los participantes empezaron a realizar el ejercicio más rápido. Estaban aprendiendo el patrón. Al final del experimento nadie se dio cuenta de la secuencia, la aprendieron de manera inconciente.
Éste experimento demuestra como los hábitos mentales pueden crear patrones de comportamiento. La motivación era realizar el ejercicio bien y tener la aprobación de los científicos.

Esto sucede cuando realizamos actividades habituales, aprendemos la “secuencia” aún si no lo hacemos intencionalmente, como por ejemplo cuando cocinamos una misma receta a menudo, cuando conducimos a un mismo lugar muy seguido, cuando tenemos una rutina de aseo, de ejercicio, de estudio o en el trabajo. Todo el tiempo aprendemos secuencias sin darnos cuenta que nos ayudan a realizar actividades cotidianas sin mucha emoción y sin que haya un esfuerzo consciente por aprender las secuencias. De ahí se establece que los hábitos tienen ciertas características en común.

Para comentar en familia:
Por turno, decir una cosa que hacemos de manera tan habitual que ya ni estamos conscientes de ello, podríamos hacerlo “dormidos”.
Mencionar algo que aprendimos “sin querer” o sin darnos cuenta de ello.

Características comunes de Hábitos:
1. Estamos muy vagamente concientes de que lo estamos haciendo. Como conducir al trabajo y no notar los semáforos o esquivar pozos.

2. Carecen de emoción. Así como realizar un hábito pasa por debajo de lo consciente, también pasa por debajo de las emociones. (p.10) Esto es debido a que a medida que se repite la acción y nos habituamos nuestra respuesta emocional decrece.

3. Están asociados a un contexto. Tenemos la tendencia de hacer las mismas cosas en las mismas circunstancias. Ej. En un mismo lugar, a una misma hora, en una misma situación, etc. Este contexto ayuda a formar una rutina. Esta relación entre el contexto y el comportamiento es lo que hace que se forme el hábito en primer lugar. Ejemplos. Experimento de Ivan Pavlov con animales que asocian una campana con ser alimentados. Nuestras rutinas de aseo y desayuno a cierta hora, en cierta manera y en un contexto.

— Muchas veces pensamos que la clave para tener buenos hábitos es mantenernos altamente motivados y ser apasionados. Eso contradice los hechos y estudios presentados. Lo que se requiere para que se forme un hábito es la repetición. Los estudios demuestran que para formar un habito o aprender una secuencia de actividades no es necesaria mucha pasión o emoción. Todo lo contrario pues estos componentes que acompañan una nueva actividad se pierden después de unos días de rutina.

Lo que se hace y se repite una y otra vez de manera continua ES lo que se convierte en un hábito. Donde debemos enfocar nuestra atención es en la REPETICIÓN haciendo uso del contexto a nuestro favor como cuando tenemos lectura de la Biblia, momentos de oración, estudios y tiempos de convivencia en un mismo lugar, a una misma hora, en una misma situación cada día o semana. Así como en nuestra relación con Dios, el contexto y la rutina nos ayudan a establecer el hábito de tener citas semanales con nuestros seres amados.

¿Que Dice En La Biblia?

Deu 6:4-9 (RV1960) 4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
5 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 y las REPETIRÁS a tus hijos, y HABLARÁS de ellas estando EN TU CASA, y andando POR EL CAMINO, Y AL ACOSTARTE, Y CUANDO TE LEVANTES.
8 Y las atarás como una señal EN TU MANO, y estarán como frontales ENTRE TUS OJOS;
9 y las escribirás en los postes de TU CASA, Y EN TUS PUERTAS.

Jos 1:8 (RV1960) 8 Nunca se apartará de TU BOCA este libro de la ley, sino que DE DÍA Y DE NOCHE MEDITARÁS EN ÉL, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

En las instrucciones de Dios para Su pueblo claramente se hace uso de la repetición y del contexto para formar hábitos que fortalecen la comunión con Él y que haya así un resultado positivo.

Dinámica personal: Añade a los hábitos o costumbres que quieres establecer y que quieres erradicar/cambiar (los que anotaste en la ocasión anterior), cual es la acción que vas a repetir y cada cuando vas a repetirla. Recuerda que estar muy involucrados-conscientes o emocionados al realizar esas acciones no es lo más importante sino la repetición.
Añade un contexto que te ayudará a establecer esos hábitos, dónde, cuándo, como, con quién, en que manera, etc. Algo que será parte de ese hábito y te ayudará a reafirmarlo.

Dinámica familiar:
Comentar por turnos, ¿Alguna vez te diste por vencido en establecer o erradicar un hábito o costumbre porque ya no sentías emoción o porque no estabas motivado/a? ¿Cuál hábito? ¿Crees que la repetición y el contexto te ayudaron o fueron parte del problema?
Comentar cuantos días o cuantas veces repetimos alguna de las acciones que escribimos en la ocasión anterior.
Orar unos por otros.

Continuará.