Mi nombre es Pablo Andrés Zúñiga Peregrina. Mi amada esposa es Claudia Estela Vázquez Guevara una mujer asombrosa que continuamente nos ayuda a mí y a nuestros dos hijos a cumplir el propósito de Dios para nuestra vida. A lo largo de los años hemos participado y trabajado activamente con muchas Iglesias y Ministerios en México y en el extranjero. Esto nos ha llevado a mudarnos más de 20 veces y vivir en diferentes ciudades y nos ha dado la alegría de tener amigos muy queridos en todo el mundo. Desde el 2017 pastoreamos la Kehila Puerta Del Cielo una comunidad de discípulos del Mesías Yeshua-Jesucristo en Durango, México.
Familia
Tengo la gran bendición de pertenecer a una familia por el lado de mi madre Amanda Peregrina y mi abuela Amanda Marroquín Pascal, que ha buscado vivir para Dios y servirle. El abuelo de mi bisabuela, Benjamín Pascal, fue uno de los primeros 11 ministros evangélicos presbiterianos en México enviados a establecer misiones en tiempos de gran fanatismo y persecución. Pascal trabajó con el misionero Merrill N. Hutchinson y entregó su vida pastoreando la primer congregación en Xalapa, Veracruz, México en 1883.



El abuelo de mi mamá Hazael T. Marroquín fue el primer Secretario de la Agencia Bíblica hoy Sociedad Bíblica de México, fue llamado un pastor de pastores y servidor de las iglesias evangélicas de México sin distinción de denominaciones. Fue anciano gobernante y predicador laico.
Mis abuelos Amanda y Rodolfo Peregrina sirvieron a su familia y a la Iglesia evangélica desde que tengo uso de memoria. Me inculcaron un profundo amor por Dios manteniendo vivo ese legado de servicio a la iglesia local y hospedando numerosos grupos de estudio bíblico en su casa de los cuales nacieron varias congregaciones.
Mis papás Amanda y Pablo tomaron la misión de rescatar y ministrar a niños que vivían en las calles de Morelia en la década de los 90’s, dándoles hospedaje y alimentación física y espiritual, enseñándoles un oficio con el que pudieran subsistir.
Estela entregó su vida a Dios a los 14 años bajo el amor y cuidado de los pastores Edwin y Lety Orriols. Mi suegra Carolina Guevara fue el factor decisivo que la llevó a conocer a Dios en tiempos de gran necesidad.
Tanto mi suegra como mi mamá nos han sido un ejemplo continuo de compromiso y fidelidad a Dios a través de años y en toda clase de pruebas. Nuestro amor por Dios y nuestra fe y servicio a Él no serían posibles de no ser por ellas. Gracias a dios por su vida y el privilegio de ser sus hijos.
Pablo Andrés y Claudia Estela
Estela es originaria de Cd. Acuña y radicó muchos años en la ciudad fronteriza de Reynosa, Tamaulipas. A la edad de 14 su mamá la llevó a la congregación Centro Vida donde comenzó a caminar con Dios. Aprendió algo de música y comenzó a tocar en los cultos. Terminando su educación media superior quizo aprender música formalmente y así en 1994 dejó Reynosa para ir a una escuela recién iniciada, el Centro de Capacitaciones y Dinámicas Musicales en Durango, escuela fundada por Marcos Witt dedicada a formar ministros de alabanza y adoración. ¡Gracias a Dios por eso o nuestra historia juntos no hubiera llegado a existir!
Yo (Andrés) soy originario de la Ciudad de México y desde la edad de 13 años viví en Morelia, Michoacán. Ahí con mi familia salimos del contexto evangélico Presbiteriano y entramos al contexto carismático en la iglesia Vida Abundante hoy llamada Más Vida. A los 15 años comencé a tocar la guitarra en el grupo de música y también comenzó mi búsqueda por una relación personal con Dios. Años después en el ’95, movido por la necesidad de prepararme musical y bíblicamente para servir a Dios también deje Morelia para ir a Durango a estudiar al CCDMAC.
Canzion / CCDMAC
Al llegar empecé a enseñar lo que sabía de guitarra a quienes me lo pedían ya que no teníamos maestro. En menos de 6 meses me contrataron y a partir de ahí la enseñanza ha sido algo constante en mi vida.
Fue así que un año después en 1996, Estela y yo comenzamos una amistad. Estela con el tiempo, también comenzó a dar clases de solfeo y teoría musical y al graduarnos nos quedamos en Durango trabajando en el CCDMAC como docentes.
Nuestro tiempo en esta institución como alumnos y luego como maestros fue de gran apoyo en la formación de nuestro carácter y nos dió la increíble oportunidad de formar amistades con personas de muchas partes del mundo con quienes vivimos experiencias inolvidables.




Estela recién graduada fue invitada a trabajar como asistente personal de Miriam Witt y participó tocando piano clásico en giras con Marcos para promocionar la Escuela.



Yo fui invitado por Marcos a trabajar como guitarrista en su banda a la vez que ambos seguimos enseñando diversas asignaturas musicales en el CCDMAC. Tuvimos la oportunidad de participar en giras por todo el mundo y en eventos de liderazgo de John Maxwell.












Fueron años de entrenamiento espiritual y musical demandantes, de mucho crecimiento, formación de carácter y experiencias inolvidables. Pero ninguna de esas experiencias se compara con la que comenzamos Estela y yo en 1998, nuestro matrimonio.
Grand Rapids, Michigan
En el año 2002 Canzion y la escuela de música se reubicaron en Houston y Monterrey respectivamente y nosotros sentimos de Dios que debíamos quedarnos en Durango y tomar otro camino aunque no sabíamos cual era en ese momento. Poco tiempo después fuimos invitados a colaborar en la iglesia recién iniciada por McCauley y Silvia Howard llamada Vida En Victoria Internacional y por iniciativa de ellos al año siguiente fuimos a hacer un interinato de un año en Grand Rapids, Michigan, EUA, en la iglesia Resurrection Life Church. Juntos comenzamos otro tiempo de aprendizaje y entrenamiento.





En Reslife seguimos participando en el área musical y completamos nuestro entrenamiento en el área de tecnologías de la información, multimedia, páginas web, artes visuales y gráficas aplicadas al uso de la iglesia. El departamento de Tecnologías de la Información era dirigido por Mark Shead quien junto con su esposa Haley se convertirían en amigos entrañables hasta hoy.





Un año después al termino de nuestro entrenamiento regresamos a trabajar en la congregación en México, no sin un gran dolor por tener que dejar nuestras nuevas amistades. Teníamos ofertas de “vida y futuro” en Michigan y muchos no entendieron nuestra decisión de regresar y cuanto nos costó tomar esa decisión pero nuestra convicción y compromiso de apoyar a la comunidad en Durango era firme.
Durango
Pasarían años antes de poder implementar algunas de las cosas que aprendimos en los EUA y tener algo de recursos y equipo para trabajar. Sin embargo, a los pocos años recibimos los regalos más grandes e invaluables de nuestro Padre celestial: nuestra hija Kristin y nuestro hijo Duard.




Los siguientes años vivimos una transformación radical en la visión de la iglesia en Durango, cambiando su nombre e identidad por Misión Carismática Internacional filial de la sede en Colombia. Nosotros seguimos apoyando como parte del liderazgo hasta el 2010. Adicionalmente durante estos años yo estuve involucrado en dar capacitación en temas de liderazgo y trabajo en equipo para el Gobierno del Estado y dependencias de Justicia y Seguridad Pública y Estela trabajó para el DIF Nacional en el área de supervisión a estancias infantiles.



En el ministerio, trabajo y finanzas estábamos aparentemente “muy bien”. Estábamos involucrados en un sin fin de actividades del ministerio con un grupo grande de personas bajo nuestro liderazgo, enseñando semanalmente en la iglesia y en grupos en hogares locales y foráneos, participando en actividades laborales en lo secular y con nuestros dos hijos pequeños, ¿qué podía faltarnos? pensábamos. Dentro de nuestro corazón había ido creciendo un hambre por más De Dios en nuestro caminar diario y en nuestra familia. Sabíamos que todo aquel activismo no podía ser todo en nuestro caminar con Dios y comenzamos a orar al respecto.
A finales del 2009 sin saberlo comenzó a llegar la respuesta a nuestras oraciones en una manera que nunca imaginamos. Por una “Diosidencia” restablecimos contacto con Edwin y Lety Orriols los pastores de cuando Estela era una jovencita. En nuestro aniversario de bodas recordamos que Edwin nos casó y Estela recordó de memoria su número telefónico así que les llamamos y acordamos vernos en nuestro siguiente viaje a Reynosa/McAllen. Cuando fuimos pudimos saludarles y al despedirnos nos regalaron unos CD’s sobre las fiestas bíblicas. No teníamos idea de que era eso. Después de olvidarlo por unos meses un día Estela comenzó a escuchar esos estudios sobre las Fiestas de Levítico 23. Al tiempo y con reservas yo empecé a escuchar también y comenzamos a estudiar y meditar en la Biblia verso por verso desde el principio tomando en cuenta el contexto cultural y trasfondo histórico. Con el tiempo y a medida que fuimos entendiéndolo comenzamos a guardar los mandamientos De Dios por convicción personal. Edwin y Lety fueron fundamentales en el poder redescubrir la Biblia y llevarla a una aplicación práctica diaria.
Un Café Con Dios
Comenzamos a separar el Sábado para descansar y tener un tiempo familiar buscando conocer más a Dios a través del estudio de Su Palabra. Comencé a estudiar la Palabra verso por verso cada mañana al tiempo de tomar un café. Me propuse crear un sito para publicar algunas de esas meditaciones y así nació UnCaféConDios.com. Todo esto tuvo un efecto transformador en nuestra vida y familia, muchas cosas comenzaron a cobrar sentido. Involuntariamente también nos llevó a auditar todo lo que creíamos y hacíamos en el ministerio. Después de mucho orar por periodo de un año, tuvimos claro que íbamos ya por un camino con rumbo completamente diferente. Hablamos respetuosamente con los líderes de la iglesia y con agradecimiento les entregamos las áreas de servicio, grupos y familias que estaban a nuestro cargo con la intención de salir de Durango. De nueva cuenta muchas personas no entendieron nuestra decisión. Decidimos bendecirles, guardar con gratitud en nuestro corazón todo lo bueno que Dios hizo en esos años y salir de “nuestra tierra y parentela” de nuevo.
Lázaro Cárdenas, Michoacán
Invitados por nuestros amigos y ex-compañeros del CCDMAC, Angie y Emanuel Gutierrez llegamos al puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, donde trabajamos apoyando la iglesia Convivencia Cristiana Emmanuel. Ahí organizamos grupos en hogares, dirigimos los equipos de música e iniciamos una escuela para apoyar a los músicos de las congregaciones locales al tiempo que continuamos nuestro estudio personal de las Escrituras.






Dios nos sanó y libró de expectativas y metas que no habían sido puestas en nuestra vida por Él ni tenían sustento en Su Palabra. Fue un proceso de depuración espiritual y de establecer nuevamente un fundamento sólido para nuestra vida en la Palabra De Dios y el testimonio de Jesucristo. Por ese tiempo supimos que las enseñanzas que escuchamos sobre las fiestas eran de José Antonio Sánchez Vilchis y recibimos llamadas suyas en un par de ocasiones para darnos ánimo y motivarnos a seguir estudiando las Escrituras. Comenzamos a practicar cosas bíblicas en la forma bíblica como las fiestas del Señor de Levítico 23.








Sin saber mucho pero con todo el amor y convicción, nuestra primer fiesta de tabernáculos la hicimos acampando en la hermosa playa de Caleta de Campos. Nuestros hijos preguntaban si en algún lugar había alguien más haciendo lo mismo. En ese tiempo de aislamiento, se consolidó nuestra convicción de hacer cosas bíblicas en la manera bíblica y poner por separado las costumbres y tradiciones que habíamos conocido y practicado toda nuestra vida. En el 2012, por decisión mutua con nuestros amigos en LZC decidimos que era tiempo de seguir nuestro camino.
Reynosa, Tamaulipas
Nos reubicamos en Reynosa, Tamaulipas cerca de la familia de Estela y los pastores Orriols por primera vez desde que nos casamos. Ahí apoyamos su trabajo en la Congregación Toda Tu Casa. Nos recibieron en la congregación y su propia casa como familia por lo que siempre les estaremos agradecidos. Edwin ya partió con el Señor, bendecimos su memoria.








En Reynosa Jose Antonio Sánchez Vilchis visitó la congregación y para sorpresa de todos, descubrimos que los primeros estudios de Toño que nos compartieron los Orriols habían sido impartidos en la casa de mis abuelos Rodolfo y Amanda en la ciudad de México quienes le abrieron las puertas para comenzar su ministerio. Fue algo significativo para mí que las enseñanzas que habían dado un vuelco a nuestra vida hubieran sido grabadas en mi segundo hogar.
Estela se dedico tiempo completo a dar educación en casa a nuestros hijos y yo tomé trabajo como docente en secundaria y preparatoria. Fueron nuevas tareas, aprendizaje y experiencias intensas ya que el ambiente en la ciudad y alrededores fue de inseguridad y violencia en cualquier lugar y a cualquier hora.



En múltiples ocasiones en el trabajo, en la casa y en el camino fuimos testigos de persecuciones y quedamos en medio de balaceras entre grupos delictivos y las Fuerzas Armadas. Tener que permanecer refugiados por horas, sin vehículo y en temperaturas de 40ºC se volvió común. Aún así no dejamos de asistir puntualmente a las actividades de la congregación y servir cada semana salvo cuando había eventos de riesgo sucediendo en la zona.
El Llamado y la pesca milagrosa
Pasado un tiempo y con la aprobación de los pastores volvimos a la enseñanza bíblica y a dar consejería a parejas. Iniciamos un pequeño grupo de apoyo en nuestra casa hasta que, por su trabajo, la familia del hermano de Estela y una más se mudaron a 3 horas más al norte a la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Nos sugirieron que nos fuéramos a NL para apoyarles enseñándoles la Palabra. Un día les fuimos a visitar y tuvimos un día de paseo por un lago en donde mi cuñado me invito a pescar. Nunca antes lo había hecho. A mi lado en la orilla del lago había algunas personas pescando con equipo especial, cañas, anzuelos y carnada viva. Yo no tenía conocimiento y la caña era básica solo tenía algo de hígado como carnada. Lo intenté por diversión. A los pocos minutos picó un pez. Todos los presentes nos llevamos la sorpresa. Los niños corrían por todos lados gritando de emoción. Supuse que era “suerte” de principiante y que con los gritos los peces se irían. Repetí el proceso y a los pocos minutos picó otro pez. Nuevamente el alboroto. Hubo una reacción de asombro junto con incredulidad, mía y de los pescadores que estaban ahí que no habían sacado nada. Me preguntaron que estaba usando como carnada y me pidieron un poco. Volvimos a lanzar y de nuevo volvió a picar. Esta vez ya no sabía que pensar. Nuevamente gritos de alegría y asombro de los chicos, los pescadores se retiraron. Yo me quedé sin carnada y ya estaba atardeciendo así que nos íbamos a retirar. Por un sentir decidí volver a lanzar, está vez sin carnada, nada más que el puro anzuelo. En el momento en que el anzuelo toco el agua picó, había enganchado un cuarto pez directamente en el ojo al caer.




Ya no me reí, supe que algo más estaba sucediendo. Mi cuñado me dijo, “Dios te está hablando, mira, te ha provisto un pez para cada uno de ustedes”. Por primera vez consideré, ¿será que Dios me está llamando a pescar? Lo guardamos en nuestro corazón.
Ese mismo año durante la Fiesta de Shavuot-Pentecostés por decisión de último momento fuimos a visitar la congregación de Pasión Por La Verdad en Missouri. El pastor Jim Staley sin conocernos y sin saber a que me dedicaba, me dijo que percibía un llamado de Dios para que sirviera como pastor, oró por mí y nos bendijo. Esta vez no pude ignorar que Dios estaba llamando mi atención pero pensé, “otra vez salir, otra vez dejar un trabajo estable”. Además esta vez sería ir a un lugar desconocido. Yo solo conocía Nuevo Laredo de paso hacia la frontera y había muy pocas personas conocidas viviendo ahí. Estela me animó a confiar en Dios y poner a prueba si era su llamado y voluntad por lo menos seis meses. Regresando platicamos todas estas cosas con los Orriols y lo confirmaron y nos bendijeron.
Nuevo Laredo, Tamaulipas
Aceptamos la invitación para ir a Nuevo Laredo a seguir enseñando y pastorear allá. Llegamos en Agosto sin nada más que unas maletas y lo que pudimos meter en nuestra camioneta. Vivimos con lo mínimo y nuestra segunda casa fueron las bibliotecas que contaban con libros y aire acondicionado pues la temperatura ronda los 40ºC. Con el tiempo Dios se encargó de proveer y suplir todo lo que nos hizo falta como lo hizo con los peces en el lago y así lo ha hecho hasta ahora.



















En Nuevo Laredo comenzamos a transmitir rudimentariamente nuestros estudios cada Sábado en UnCafeConDios.com con quienes querían escuchar, principalmente familiares y amigos. Sobra decir que seis meses después el Señor seguía proveyendo y cumpliendo su propósito en todo y en todos nosotros, a Él sea la gloria. Poco más de dos años después las familias del grupo se reubicaron y quedamos solamente nosotros. Buscamos dirección De Dios y sentimos que nuestro propósito en NL se había cumplido. Al mismo tiempo un grupo de amigos y conocidos en Durango habían comenzado a estudiar la Biblia con nosotros conectándose a nuestras transmisiones. No tenían pastor y en el 2017 nos pidieron que consideráramos regresar a Durango para enseñar y formar una comunidad. Nuevamente oramos y la respuesta fue afirmativa.



Una vez más empacamos nuestras maletas y lo que podíamos meter en la camioneta. Regresamos con grandes expectativas y emociones mixtas: para nuestros hijos era conocer su ciudad natal como por primera vez y reencontrarse con sus amistades de la infancia, para nosotros regresar a un lugar conocido pero en una situación completamente distinta, como si en siete años hubiéramos sido transformados completamente.
Kehila Puerta Del Cielo en Durango y más allá.

¡Damos gracias por todo lo que el Padre nos permite vivir y hacer para Él! Lo que comenzamos compartiendo con nuestra familia en Nuevo Laredo, se extendió a nuestros amigos, de ahí a una comunidad en Durango, de ahí a otras ciudades en México y hoy a familias alrededor del mundo con quienes tenemos el privilegio de poder dar algo de lo que Dios nos ha dado. ¡Bendecimos y amamos a esas familias preciosas que Él sigue añadiendo a la comunidad Kehila Puerta Del Cielo! Abrazamos el llamado de nuestro Dios Eterno con responsabilidad y agradecimiento por poder servirle. Creo que literalmente esa es la otra pesca milagrosa para nuestro Señor Yeshua el Mesías-Jesucristo que nunca imaginamos que vendría. ¡Toda la gloria a YHVH Dios por lo que Él ha hecho y sigue haciendo!
































































