Comentarios sobre Marcos 1:1-1:20

Comentarios sobre Marcos 1

por P. Andrés Zúñiga Peregrina

Marcos 1:1

Este versículo declara con fuerza que el evangelio de Yeshua, el Mesías, Hijo de Dios, es el cumplimiento de las buenas noticias profetizadas desde el principio.

Marcos 1:2-3

Invita a «enderezar las sendas», un llamado cálido a convertirse y volver al camino recto de Dios. Malaquías señala a Juan/Yokjanán como el mensajero que prepara el camino. Yeshua es el Señor que llega súbitamente, el mensajero del pacto que habló con Abraham y Moisés, renovando el pacto hecho a Abraham, ratificado a Moisés en el Sinaí y profetizado por Jeremías. Isaías pinta un cuadro donde la gloria de YHVH se revela de forma visible y poderosa. Ver Malaquías 3:1 Ver Isaías 40:3-5 Ver Jeremías 31:31-34

Marcos 1:4-5

Muestra a Juan/Yokjanán siguiendo la senda de los profetas. El arrepentimiento, la confesión de pecados y la inmersión (tevilá) están entrelazados. La tevilá, sumergirse en agua como símbolo de purificación, era un mandato de la Ley de YHVH, como vimos con Naamán y Eliseo, y no tiene nada que ver con el bautismo de niños. Este es el comienzo del regreso a YHVH: arrepentirse es decidir dejar el pecado; confesar es reconocer con humildad nuestras faltas. No podemos confesar lo que no conocemos. Sin entender la Ley y los mandamientos de Dios, no sabemos en qué hemos fallado ni de qué arrepentirnos. Si no existiera la Ley, no habría pecado, ni necesidad de arrepentimiento, perdón o Yeshua. Por eso, el camino empieza con conocer la Ley, identificar nuestras transgresiones, arrepentirnos, confesar y realizar la tevilá, regresando al sendero de Dios. Ver Salmos 51:1-4 Ver 1 Juan 3:4 Ver Levítico 14:8-9

La gracia de Dios en el evangelio

La gracia de Dios brilla desde el Edén, en la paciencia amorosa de YHVH que espera nuestro arrepentimiento y no nos consume al fallar. Su misericordia nos da la oportunidad de volver, enviándonos un mediador para hacerlo posible. Pero la gracia no es un permiso para pecar ni para desobedecer la Ley sin consecuencias. ¿Hemos recibido de verdad este evangelio? ¿Lo hemos acogido con el corazón y escuchado (Sh’ma: escuchar y obedecer)? ¿Nos hemos arrepentido, confesado y apartado de nuestros malos caminos? Ver Isaías 1:18-20

Marcos 1:6-8

Juan/Yokjanán reconoce con humildad su papel de anunciar la llegada del Mesías y su obra: la tevilá-inmersión en el Ruaj HaKodesh, el Espíritu-viento del Santo. El Ruaj HaKodesh es una manifestación gloriosa de YHVH, no una persona distinta, al igual que el Padre, Yeshua, la Palabra, Su Gloria y el Ángel de YHVH. Juan proclama que el Ruaj de YHVH habitará en nosotros, haciéndonos Su templo. Esto es una elección libre. No todos desean ser parte del pueblo de YHVH ni ser Su templo. No todos anhelan este nuevo pacto ni las buenas nuevas. Pero yo y mi casa lo deseamos con todo el corazón. Ver 1 Corintios 3:16-17 Ver 2 Corintios 6:16-18 Ver 2 Corintios 7:1

Marcos 1:9

Revela la conexión profunda entre obedecer las instrucciones de Dios y la manifestación sobrenatural de Su Espíritu/Ruaj, como vemos en la vida de Yeshua y los discípulos en el aposento alto. Ver Mateo 16:21

Marcos 1:10-11

Yeshua comparte con sus discípulos lo que hará en Jerusalén y el costo de seguirle. Listo para cumplir el plan del Padre, a pesar de su peso, Yeshua recibe una manifestación sobrenatural que lo fortalece. Esto fue profetizado. Ver Mateo 17:1-5 Ver Isaías 42:1-4

Marcos 1:12-13

El viento de YHVH no nos guía a los deseos de la carne, sino que nos da poder para cumplir Su voluntad. Es una señal sobrenatural de que vamos por el camino correcto, aunque a veces nos lleve a lugares desafiantes, como Pablo a Jerusalén.

El número 40

Todo hijo de Israel pasa por este proceso de prueba:

  • El diluvio duró 40 días y noches. Ver Génesis 7:4
  • Moisés vivió 40 años en casa de Faraón. Ver Hechos 7:23
  • Pasó 40 años en Madián. Ver Éxodo 7:7, Hechos 7:30
  • Estuvo 40 días en el Monte Sinaí.
  • Guió al pueblo 40 años en el desierto. Ver Deuteronomio 34:7
  • Nínive tuvo 40 días para arrepentirse.
  • David y Salomón reinaron 40 años cada uno.
  • Una madre tarda 40 días en purificarse tras dar a luz (80 si es hija).

Cuarenta viene de arbaim, que significa cuarenta, derivado de arba, que significa cuatro y se relaciona con términos como acostarse, unirse (intimidad) o postración.

Decimocuarto se vincula con Pesaj/Pascua, que significa prueba. En la prueba, entramos en intimidad con YHVH y nos postramos ante Él.

En Bamidbar/Números, los israelitas exploraron la tierra prometida en 40 días. Ver Números 13:25

Al rechazar el plan de YHVH, serían probados 40 años en el desierto.

El desierto es un lugar de prueba para el creyente. YHVH llevó a Yeshua allí por 40 días. El número 40 o 400 simboliza prueba en la Biblia. En medio de ella, el acusador y los cazadores buscan destruirnos con tentaciones, pero los mensajeros de Dios nos sostienen para cumplir el propósito del Padre.

Marcos 1:14-15

El evangelio nos ofrece la oportunidad de:

  • Arrepentirnos: dejar la rebeldía contra Dios.
  • Confesar: reconocer nuestras faltas ante Su Palabra.
  • Convertirnos: volver a vivir según lo que Dios manda.

Convertirse a Cristo es transformar la vida: El mensaje de Pedro

El evangelio, proclamado desde el principio por los profetas, sigue siendo el mismo. Nos convertimos a YHVH-Dios a través de Su Ungido/Cristo, no a un sistema religioso. El criminal crucificado no fue bautizado ni oró una oración de fe, pero se arrepintió, confesó y confió en el reinado de Yeshua. No se convirtió al cristianismo; se convirtió-volvió a Dios por su esperanza en Yeshua. Ver Hechos 3:18-26 Ver Hechos 11:20-21 Ver Lucas 23:39-43

Marcos 1:16-20

Los discípulos eran pescadores, y el mar representa las naciones. Galilea, vista como tierra de gentiles tras el exilio de Israel, fue el hogar de Yeshua. El pueblo al que se refiere son las ovejas perdidas de la casa de Israel, sumidas en tinieblas, no la casa de Judá. La luz es la Palabra de YHVH, Su instrucción. Yeshua, la Palabra hecha hombre, es nuestro ejemplo de cómo vivir la Palabra de YHVH. Llama a los discípulos a pescar a los hombres perdidos, sin la luz de la instrucción divina, considerados gentiles. Yeshua recluta pescadores, como fue profetizado, para rescatar a los hijos de Israel de las tierras del norte, desde Galilea y más allá. Ver Isaías 9:1-2 Ver Mateo 4:12-17 Ver Proverbios 6:23 Ver Jeremías 16:10-16

Reflexión

Responde las siguientes preguntas, citando los versículos correspondientes:

  • ¿Qué significa el evangelio del Reino de Dios según Marcos 1:1 y cómo se relaciona con las promesas de la Torá?
  • ¿Cómo describe Marcos 1:2-3 el papel de Juan/Yokjanán en la preparación del camino para Yeshua?
  • ¿Qué elementos son esenciales para el arrepentimiento y la conversión según Marcos 1:4-5 y Marcos 1:14-15?
  • ¿Cómo ilustra Marcos 1:10-11 la relación entre Yeshua y el plan del Padre?
  • ¿Qué simboliza el número 40 en el contexto de Marcos 1:12-13 y cómo se conecta con las pruebas de Israel?

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