Viendo Debajo de la Porquería

Tengo un hijo de 1 año al que cambio de pañal en las mañanas, bueno eso es un decir. En ocasiones es tanta la cantidad de “producto” que hace durante la noche que amanece hecho un batidero es algo realmente desagradable y no es solamente un cambio de pañal, se embarra todas las piernas, las varias capas de pijama, a veces hasta las cobijas. Tengo algunos años de ser padre y es algo a lo que simplemente no me puedo acostumbrar, el olor es terrible también, sin embargo todos los días pone una gran sonrisa cuando me ve, incluso brinca de alegría lo cual hace el batidero peor. ¿Crees que esto cambia lo que siento por mi hijo? Lc.15

Trato de ser lo más gráfico posible por una razón. Es así como Dios nos ve cuando llegamos a Él. A veces estamos en una condición realmente terrible, nos vemos mal, olemos mal y es una gran tarea limpiarnos y cambiarnos las ropas, sin embargo el amor de nuestro padre por nosotros no cambia en lo más mínimo. No importa si tienes mucho tiempo de conocer y seguir el consejo de Dios o si vienes a Él por primera vez, si tus ropas de la vida están más o menos limpias o están hechas un asco. Ro.8:38-39

Entender esto en ocasiones representa un problema para algunos que hemos sido enseñados a recibir aprecio o amor cuando hacemos lo que se espera de nosotros, un amor condicionado. Si solo pudieras contestar a secas a las siguientes preguntas con un SI o NO ¿Cuál sería tu respuesta?

  • Si una persona toma un camino totalmente equivocado y se aparta de Dios y su familia y les lastima con sus palabras y acciones ¿Cambia en algo el amor que Dios tiene por él/ella?
  • Si una persona conoce a Dios y le ofende con sus palabras y acciones y hace cosas terribles con su vida ¿Cambia en algo el amor que Dios tiene por él/ella?
  • Si una persona decide que un dia no quiere asistir a la iglesia o servir en ella: ¿Cambia en algo el amor que Dios tiene por él/ella?

“No hay absolutamente nada que podamos hacer o dejar de hacer que cambie cuanto nos ama Dios.”

¿Por qué? Porque sin importar cuan bien o mal este nuestra vida, Dios nos sigue viendo como su creación, sus hijos e hijas. No aprueba en absoluto lo que hacemos cuando no seguimos su palabra y obviamente nuestras acciones tendrán consecuencias con las que tendremos que lidiar pero su amor por las personas no disminuye ni aumenta dependiendo de lo que hagan. De otra manera Jesús hubiera hecho un sacrificio condicionado al que solo los “buenos” podrían tener acceso. Lc.19:1-9

Continuará…