Lectura: Sal.128:1-6
A veces he escuchado a personas decir que si tienen buenas intenciones Dios les ayudará, o que si piensan bien de los demás y tratan de ayudar a otros Dios les ayudará a ellos. Hay algo de verdad en esto pero no es del todo correcto. La bendición y el respaldo de Dios viene a aquellos que le obedecen y siguen sus enseñanzas (La Biblia), no necesariamente por hacer cosas para demostrarle nuestra devoción como ir a un tal lugar o hacer una obra de caridad solo para hacer “puntos” con el todo poderoso.
No son los buenos deseos tan comunes en Navidad, son nuestras acciones cuando están guiadas por su palabra, de esta manera obtenemos su bendición sobre nosotros y además sobre nuestra familia.